Blog del Proyecto de innovación aplicada y transferencia del conocimiento en la formación profesional del sistema educativo de los centros: CIFP A Granxa, I de Horticultura i Jardinería de Reus e IES Luces.

lunes, 23 de enero de 2012

Compostaje, la justa medida

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El compostaje es un proceso en el que  diversas poblaciones biológicas, con humedad, oxígeno y temperaturas adecuadas descomponen los residuos orgánicos hasta obtener un producto estabilizado que  mejora los suelos y la nutrición de las plantas.

Pero para obtener un compost de calidad y en un tiempo razonable debemos encontrar la justa medida en cuanto a la composición de los materiales empleados en la elaboración, la humedad del montón, la temperatura y la aireación del mismo.

Estos parámetros se pueden modificar variando las materias primas, alterando su proporción, modificando la forma y el tamaño de la pila de compost, regándola y aireándola.

Para empezar propondremos una forma y tamaño de pila (Josep Roselló i Oltra. Estación Experimental Agraria de Carcaixent):
De sección trapezoidal, con base de 1,5- 2 metros y altura de 1,2-1,5 metros (tan larga como deseemos o podamos).

Con esas medidas será manejable para el volteo además de permitir que alcance la temperatura necesaria.

Los materiales que formen la pila deberán estar picados para facilitar el trabajo a los organismos descomponedores. Al escogerlos debemos intentar acercarnos a una relación C/N de 25 -35. Para ello podemos consultar tablas sobre la relación C/N de los materiales más empleados en compostaje.

Algunos ejemplos:
Gallinaza 12, siega de césped 14, estiércol de bovino con paja 15-30, hojas de frondosas 20-30, caña de maíz 52, paja de cebada 110, serrín 160, cartón 200.

Lo ideal es colocar los materiales por capas alternando para conseguir la relación C/N deseada y repetir la secuencia hasta completar el montón. Para eso es necesario tener previamente a la formación de la pila la totalidad de los materiales que van a fomarla.

El montón debe estar húmedo para permitir la acción de los organismos pero protegido del exceso de agua por lluvias que provocaría la falta de aireación y enfriamiento.

Si hemos acertado con la mezcla adecuada en dos días la temperatura en el interior del montón deberá estar cerca de los 40ºC y elevarse rápidamente hasta los 65ºC. En ese momento puede ser necesario reponer parte del agua evaporada mediante riego de la pila.

Si la temperatura del montón no sube puede ser que tengamos exceso o falta de agua, que hayamos elegido incorrectamente la combinación de materiales en cuanto a la relación C/N o que estén picado demasiado finos y esto provoque falta de aireación. En ese caso deberemos modificar la pila o incluso rehacerla.

Si todo va bien, después de 40-60 días pasaremos a la fase de bajada de las temperaturas y deberemos dar entonces al menos un volteo del material de la pila. En 60-100 días podemos tener el compost maduro, listo para su uso o su almacenaje. 

Y para saber más:

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